JOSEFINA

Mi perrita se enfermó, la acabo de hospitalizar en la clínica veterinaria; no creí quererla tanto, cuando la ví tan enfermita, estando allá en la consulta, pensé que sería bueno sacrificarla, pero al mismo tiempo me caían dos tremendas lágrimas. No me dio vergüenza; pero al pensar que podía morir y no verla más, me hizo sentir muy triste...me he encariñado mucho con esa peluda compañía, que aparte de ser juguetona y regalona, tiene una mirada tan profunda, tan tierna, tan humilde. Se quedó hospitalizada, en busca de un mejor porvenir.